Zoos en la actualidad, bienestar animal y su evolución

18 de abril de 2023

El origen de los Zoos

A lo largo del tiempo, el objetivo y los valores de los zoológicos han ido cambiando y evolucionando. Los zoos más antiguos de los que tenemos conocimiento datan del antiguo Egipto (Hyerakonpolis 3500 años AdC), donde se cree que los faraones mantenían animales salvajes en cautividad como símbolo de poder, para intimidar a sus enemigos y por simple ocio. Desde entonces, distintas civilizaciones a lo largo del globo, desde oriente (China- Jardín de la Inteligencia) hasta el Nuevo Mundo (Aztecas-Tenochtitlan) demostraron el gran interés del ser humano en estas colecciones de animales, los zoos.

Los zoos en el colonialismo

Según avanzamos en la historia, los zoos ganan importancia y fama en la era colonialista/imperialista, donde muchas ciudades del mundo “moderno”, acercan a sus habitantes las maravillas vivas procedentes de las colonias que poseen sus imperios.

Comenzaron así, siendo colecciones privadas de reyes o emperadores, que poco a poco las fueron abriendo para que el público general pudiera observarlas. Uno de los zoos más antiguos de esta época y que aún sigue existiendo es el Tiergarten Schombrunn en Viena (accesible al público en 1779). Eran algo así como museos de seres vivos, donde, una vez que se abrieron al público, la gente podía ir a admirar esas fantásticas “bestias” de lugares lejanos. Poco a poco, además, comenzaron a constituir una importante forma de educación para el público general.

Anécdotas que hoy serían inauditas

Uno de los hechos más controvertidos, tristes e inverosímiles a lo largo de la historia de los zoológicos es el hecho de que en el zoo de El Bronx, en 1906, se trató de promover la educación sobre la evolución humana, pudiendo observar junto a la “casa de los monos”, una instalación donde vivía un pigmeo congolés, llamado Ota Benga. Eso provocó un importante rechazo por parte, principalmente, de la comunidad afroamericana y la instalación desapareció meses más tarde.

Un cambio de rumbo

Con el tiempo, la misión de los zoológicos ha evolucionado, pasando de ser simplemente colecciones de animales, símbolo de poder y grandeza de muchos imperios, casi exclusivamente para el divertimento de la población, a cumplir otros objetivos. Esta evolución va de la mano a un creciente interés científico y mayores posibilidades de investigación y estudio; y de una creciente preocupación de la sociedad por los animales, donde no son ya una simple herramienta de trabajo o están ahí sólo para servir al ser humano o cubrir alguna de sus necesidades, si no como algo más, a lo que debemos respetar, cuidar y tratar de conservar, también por su propio valor intrínseco.

El bienestar animal

Este creciente respeto por los animales que nos rodean hace que cada vez más se trabaje buscando cuidar y maximizar el bienestar animal. Pero ¿a qué nos referimos con bienestar animal? Una forma de definirlo es siguiendo las “Cinco libertades del Bienestar Animal”

Las Cinco libertades del Bienestar Animal

  1. Estar libres de hambre y sed: tener siempre a disposición agua limpia y fresca y una dieta sana y correcta para las diferentes especies, en cantidades adecuadas.
  2. Estar libres de incomodidad: para lo cual nos tenemos que asegurar de que el entorno sea correcto y de que cada especie tenga lo que necesita. Deben tener zonas de descanso, de intimidad, zonas sombreadas/soleadas, cobijos para dormir, etc.
  3. Estar libres de dolor, lesiones y enfermedades: se debe prestar atención a la prevención (entornos seguros y que cubran sus necesidades, dietas correctas, grupos sociales adecuados, vacunaciones….); diagnóstico temprano (se observan cuidadosamente a diario por sus cuidadores y el veterinario estará siempre disponible para examinar y diagnosticar cualquier problema que aparezca) y tratamiento (cada animal deberá recibir el tratamiento médico específico para su especie y la dolencia que padezca).
  4. Libertad de expresar un comportamiento normal: De nuevo, esto hace referencia a que alojemos a los animales en entornos que sean aptos para su especie: un animal que viva en los árboles, como un primate, necesitará ramas altas y árboles en su recinto, los suricatas, deberán poder excavar galerías y las nutrias y leones marinos necesitarán piscinas con agua de calidad donde poder nadar. Es muy importante también el grupo social, especialmente en animales que en libertad vivan en comunidades, por ejemplo la mayoría de los primates, que de ninguna manera se deberían alojar solos.
  5. Libres de miedo y angustia: para lo que deberemos darles un trato correcto y respetuoso, un manejo centrado siempre en el refuerzo positivo, premiando las conductas que son buenas y evitando siempre el sufrimiento físico y mental de los animales.

El enriquecimiento ambiental

Una de las herramientas más útiles en los zoos para fomentar comportamientos naturales, más ejercicio físico, una dieta mejor distribuida a lo largo del día, minimizar el estrés y combatir el aburrimiento, es el enriquecimiento ambiental, que consiste en ofrecer a los animales actividades diferentes en las que emplear su tiempo cada día. Para ello, se utilizan diferentes estímulos que hagan el día a día menos monótono para nuestros animales. Un día les podemos dar su dieta dentro de puzles que tienen que resolver para conseguirla, otro día podemos esparcir especias en su recinto para que averigüen el origen de ese olor nuevo, e incluso a veces se les pueden poner sonidos de otros animales, cajas de cartón o diferentes tipos de juguetes.

Los objetivos actuales de los zoos

El cuidado de los animales en los zoos poco a poco se vuelve más especializado y complejo, siempre enfocado a que todas las necesidades de los animales que mantenemos, tanto físicas como psicológicas, estén completamente cubiertas. De esta manera, los zoos de hoy en día, deben cumplir múltiples objetivos, entre los que destacan:

  • EDUCAR: permitiendo que se observen de cerca animales que de otro modo sería muy difícil que pudiéramos conocer y poniendo a disposición de los visitantes los conocimientos adquiridos sobre las especies que mantenemos.
  • INVESTIGAR: Mantener a estos animales en un contacto tan cercano a nosotros, nos permite aprender y estudiar sobre ellos, sus necesidades nutricionales, sus ciclos reproductivos, su etología (comportamiento), sus posibles enfermedades y curas…. Por ello los zoos modernos se ponen a disposición de Universidades y Asociaciones para la Conservación de la Naturaleza, para contribuir en lo posible a aumentar lo que sabemos de estos animales. Lo que nos lleva al tercer objetivo.
  • CONTRIBUIR EN LA CONSERVACIÓN DE LAS DIFERENTES ESPECIES: cuanto mayor es nuestro conocimiento de estos animales, más herramientas tenemos para trabajar en su conservación. Sabemos mejor cuáles son sus necesidades, cómo atacar los problemas que les afectan, cómo implantar programas de reproducción asistida si es necesario…. Para ello se trabaja Ex situ (en las instalaciones zoológicas, centros de cría…) e In situ (en el hábitat natural de los animales), donde también, estos parques zoológicos, contribuyen económicamente, para ayudar a os proyectos que se llevan a cabo orientados a la conservación de muchas especies.

Una época muy complicada para la biodiversidad

Todos estos objetivos están relacionados entre sí. Una parte clave de la educación que se trata de impartir, es la importancia que tienen todos los esfuerzos orientados a la conservación de las especies en los zoos, y qué podemos hacer cada uno de nosotros para aportar nuestro granito de arena, especialmente en una época tan complicada como la actual, cuando el estilo de vida moderno y el aumento de la población están afectando de manera tan significativa a nuestro planeta, provocando por ejemplo este cambio climático y esta importante pérdida de hábitats y biodiversidad, de la que ya hablamos como la sexta gran extinción, esta vez provocada por la actividad del ser humano.

Algunas fuentes indican que la actual tasa de extinción es de 100 a 1000 veces la que se ha podido observar durante promedio natural a lo largo de la evolución y en 2007 la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza consideró que una de cada ocho especies de aves, una de cada cuatro especies de mamíferos, una de cada tres de anfibios y el 70 % de todas las plantas estaban en peligro.

Por ello, el trabajo de los zoos, siendo un trabajo serio, bien realizado y teniendo siempre en mente el Bienestar de nuestros animales, puede ser clave para la conservación de la biodiversidad.